lunes, 21 de junio de 2010

La transformación del lector: un nuevo desafio para el periodismo

"La gente no sólo quiere ser testigo, también quiere ser protagonista" planteó Juan Carlos Camus a los futuros periodistas de la UCV durante la charla "Ser periodista hoy: el desafío que espera respuestas". El asierto de su planteamiento es indudable. La audiencia se informa a través de los medios de comunicación, recoge lo que le parece atractivo y comenta. Las redes sociales le dan hoy la oportunidad de re-publicar lo ya difundido por los especialistas de la información y lo da a conocer, otorgandole una pisca de su punto de vista, agregándole subjetividad, un tinte de sí mismo.

Este nuevo rol del usuario constituye un desafio para el periodismo, puesto que no basta con publicar información, sino que hay que transformar aquello que difundimos como noticia, en una aplicación. La idea es que el usuario interactúe directamente con el contenido: generar una experiencia de usuario. la gente no solo debería leer sino que trasformarse en un actor protagonista, un componente activo en el campo de la información.

Si públicamos contenidos que no lleven al usuario a la acción no estamos cumpliendo el objetivo. Hagamos que la audiencia use el contenido, transformemóslo en usuario. Y el periodista por su parte, como dijo Camus arriesguese y conviertase en programador. Pero ojo, deje de ser un periodista de calidad, creador de contenidos bien estructurados y ortográficamente correctos. No olvide que es un especialista de la información. Nótese lo funesto que resulta leer en la web noticias mal redactadas, con información inexacta y llenas de faltas ortográficas.

El usuario está al centro, esa es la consigna que Camus transmitió a los estudiantes de periodismo. Crear espacios de interacción usables para el lector, acerca la profesión al consumidor y hace de ella una relación mucho cercana y más rica en la que ambos se benefician. El usuario también tiene mucho que entregar.

lunes, 7 de junio de 2010

Para un sitio usable, ojo con el usuario

De pronto entras en un sitio y no sabes a donde ir, donde buscar, como llenar el formulario, como descargar el archivo. No te procupes, no es que no sepas. No entiendes. Tranquilo, no es tu culpa. El sitio no es usable. La usabilidad hará que un sitio sea eficiente y de satisfacción al usuario que logrará realizar sin contratiempos la acción esperada.

El usuario es quien accederá al sitio para satisfacer una necesidad. entonces hay que cubrir esa necesidad según sus exigencias, para su comodidad, para una mayor rapidez en el servicio. Por eso es tan importante el diseño centrado en el usuario. Si queremos un sitio usable, he ahí que debes poner atención a la audiencia que pretendes conquistar.

Vale la pena tener en cuenta lo que podríamos llamar nuestro público objetivo. Sus caracteristicas: edad, sexo, intereses, etc. Por supuesto, interesa tambien el contexto en el que se desemvuelve, o sea, si accederá al sitio para encontrar informacion específica, divertirse, comunicarse con otros, etc.

Si lo que debe prevalecer es servir lo mejor posible al usuario ¿cómo es posible que se insistan sitios que dificultan la búsqueda llenando la pantalla de informacion inútil, poco atractiva para el público al que va dirigido, etc, etc, etc...? diseño centrado en el diseñador, en la empresa, en el contenido, en la tecnología ¿tienen sentido si se contraponen al usuario? Si quiere tener un sitio ad hoc, piense en el usuario y no olvide... "el cliente siempre tiene la razón".



martes, 25 de mayo de 2010

Sobre el poco conocido término "arquitectura de la información"

Hace unos meses oí por primera vez en mi vida el término arquitectura de la información, pasando a ser una de esas cosas cuyo significado no comprendía por más esfuerzo que hiciera. Claro, si no ubiera sido por mi carrera y los ramos que allí se imparten dificilmente habría escuchado hablar alguna vez sobre ellos. Pero como futura periodista he de hacerme parte del uso de las nuevas tecnologías, y comprender la arquitectura de la información es un paso.

Como un usuario común navegaba por la web pensando únicamente en lo que quería encontrar, sin siquiera preguntarme cual habría sido el trabajo previo para que aquella página pudiera estar luego a mi disposición. He aquí la labor de un arquitecto de la información. Pero ¿qué es ser arquitecto de la información?¿qué es arquitectura de la información? Estas son las mismas preguntas que se hacen las familias e incluso los jefes de estos incomprendidos trabajadores que actualmente intentan posicionar su quehacer y dar cuenta lo necesario de sus servicios.

Según Richard Saul Wurman, la arquitectura de la informacion se ocupa de la compleja tarea de organizar la enorme cantidad de datos de nuestro civilizado mundo. Grande es su relevancia entonces ante la avalancha de información que encontramos en la web, y que gracias a estos particulares arquitectos logramos encontrar de manera ordenada, facilitando la vida de nosotros los usuarios. Por eso, diseñar buenos sitios web es la consigna.

Por eso, cuando ingresamos a la gran y diversa biblioteca que es la web y logramos interactuar con ella con toda facilidad encontrando cuanta información necesitamos, hemos de agradecer a estos sujetos que han construido y organizado para nosotros un creativo sitio donde navegar. No hace mal entonces que un periodista se interese en pasar a conocer esta área que puede a él tambien facilitar su hábil manejo y exposición de información.

domingo, 2 de mayo de 2010

Adaptación mediática

Cuando leí sobre la suspicasia que ha causado históricamente en el periodismo el uso de las nuevas tecnologías me sentí absolutamente identificada. Según escribe Mark Briggs en Periodismo 2.0 mi profesión es una de las más lentas en rendirse a los cambios. En un tiempo en que cualquier persona puede acceder a un inmenso mar de datos a por medio de la web y a la vez puede tambien incorporar información y difundirla a traves de la misma, es innevitable tener siento cierto resquemor frente a las facilidades y libertades que tenemos hoy para hacer uso indiscriminado de la palabra a través de los sitios de internet.

Si pensamos en la saturación de datos en la red es preocupante observar que no existen filtros que garanticen que lo que alli encontramos es información certera y de calidad, y que las fuentes son verdaderamente confiables para el usuario. Basta con googlear para encontrar un sinnumero de dichos sin relevancia que no hacen más que distraernos o demorar nuestra búsqueda.

Más allá de poner en tela de juicio la validez de la información emitida, lo cierto es que todo humano es capaz de comunicar y que mejor que utilizar las herramientas tecnológicas para dar uso a nuestra voz. El usuario cuenta con la posibilidad de contribuir y de crear contenidos, con lo que ha cambiado el contexto en que el periodista se desenvuelve laboralmente. como dice Bigg, los receptores no son sujetos pasivos, sino que crean, comparten y comentan, lo que obliga a modificar las formas de hacer periodismo y adaptarlas hacia un modelo de interacción.

Aparecen la reportería multifuente y la distribuida, métodos de reporteo que resultan ser bastante efectivos a la hora de recopilar información sobre algún hecho noticioso. Esto me hace pensar en la modalidad informativa de radio Bio-Bio, medio de comunicación que golpea periodisticamente en tanto la comunidad se convierte en fiel colaboradora otorgando datos en cuanto a los sucesos que están ocurriendo frente a sus ojos. En esto radica la connotación que adquieren los medios de comunicación que deciden trabajar codo a codo con la ciudadanía estableciendo una relacion de retroalimentación que resulta ser bastante valiosa. No por nada incluso noticieros de televisión -en UCV y La Red- incluyen en sus espacios la opinión ciudadana. Pero la web es por excelencia la pionera en facilitar el uso de la palabra a la comunidad.

Más alla de abrir espacios de retroalimentación dentro de los medios de comunicación se ha potenciado la creación de plataformas, hablamos de la web 2.0 a la que hace alusión Briggs. De ahi que los usuarios pueden incluir sus propios contenidos en los medios de comunicación multimedia y pueden crear sus propios espacios en soportes como YouTube, Flickr, e incluso elaborar un blog y explayarse libremente en los temas que a cada cual le interesan y que, de seguro, a alguien más le han de interesar. Es tan simple como sentarse frente al computador y ponerse a escribir.

En cuanto a la facilidad y fluidez para comunicarnos, los periodistas deberíamos verdaderos expertos en el tema, más que mal nos beneficia en cuanto nos acerca a nuestra audiencia y nos nutre de sus experiencias y conocimientos. Los tiempos han cambiado comunicacionalmente hablando y como periodistas no podemos quedarnos atras.

miércoles, 14 de abril de 2010

Conectado o desconectado ¿cuál es tu opción?

Hace unos días tuve una breve discución con algunas compañeras de universidad en la que cuestionámos cuán bondadosas son realmente las redes sociales y que tan amplio es el espectro de la población que tiene acceso fluído a estos emergentes medios de comunicación. De pronto llegamos a un punto bastante importante y que, según lo que he percibido, no es lo sufucienemente considerado al hablar de la próspera y veloz masificación de estos: hay quienes tienen a mano toda oportunidad de utilizar estas plataformas, pero simplemente no les interesa hacerlo .

Más de alguno de mis conocidos no tiene facebook o lo ocupa una vez a las mil quinientas, incluso hay quienes no se enteran de avisos importantes porque ni siquiera recuerdan revisar su e-mail. Ahora, si hablo de twitter debo decir que aún hay gente que me pregunta ¿para que sirve esa cosa?. Es que muchos conocieron de la existencia de este medio durante el terremoto y hasta hoy ni siquiera han pensado en abrir una cuenta. Así como hay seres excluidos de esta revolución de la información, como nos hace recordar José Saramago en ¿Para que es la comunicación?, tambien hay quienes no quieren adherirse a ella.

Hay quienes verdaderamente no serán presa de ninguna "impaciencia febril", como intentó decir Saramago, pensando en nosotros como consumidores insaciables y dependientes de la oferta de los medios. Y aún cuando gocemos de las herramientas que nos entregan los medios on-line, sin olvidar los tradicionales (radio, televisión, prensa escrita, etc) o llamados tambien of-line, no por eso es presiso que se produzca una dependencia; aunque no faltan los ociosos y/o obsesivos compulsivos e incluso personas en las que se advierte un problema psicológico puesto que no pueden pasar mucho tiempo sin televisión, msn, facebook o twitter.

El uso de las plataformas virtuales, claramente ha modificado sobremanera el modo en que nos comunicamos con los otros, pero no se puede generalizar considerando sus beneficios ni sosteniendo una concepción maligna de estos nuevos medios que sin duda nos han facilitado la vida. Aunque hayan quienes se enclaustran en sus cuartos abstraidos frente a la pantalla de su computador, habemos otros -muchos otros- que conjugamos la interacción cibernética con la comunicación cara a cara y que, sin duda, continuamos prefiriendo la segunda y tradicional opción de relacionarnos con nuestros semejantes.

martes, 13 de abril de 2010

Sobre una privatización anunciada

Asumo que, si ocurriera, no me percataría de la desaparición del diario La Nación. Creo que como futura periodista debería tener conocimiento de los temas y enfoques que los distintos medios de comunicación dan a las noticias pero, aún así ,no me interesa leerlo. Recuerdo cuando en alguno de mis ramos universitarios me obligaron a utilizar esta fuente informativa y me molestó la vulgaridad de algunas de las notas y comentarios publicados. Aquel estilo cuasiamarillista, entre La cuarta y Las últimas noticias me parece completamente diferente al perfil de nuestro nuevo gobierno que, aún "modernizado" según dicen sus adherentes, no deja de ser un tanto conservador.

Hoy se habla de la posible privatización de este medio de comunicación que por veinte años fue la voz de nuestros gobiernos concertacionistas. Sebastián Piñera no ha dado la información presisa de lo que pretende hacer con La Nación. Obviamente, a mi juicio, no sería coherente que el diario siga siendo lo que ha sido hasta ahora habiendo cambiado el orden gubernamental. Ya desde la segunda vuelta el periodista del medio en cuestión, José Morgado vaticinó en un articulo las dificultades que se veían venir.

A un mes del cambio de mando la vocera de gobierno, Ena Von Baer, no dio una clara respuesta al ser consultada por el tema. Creo que es un hecho, pues nuestro presidente pretende privatizar algunas empresas públicas para contribuir económicamente a la reconstrucción del país. Claro está que seguirá siendo sólo un supuesto hasta que Piñera nos de la noticia de manera oficial.

Es algo así como la "Crónica de una muerte anunciada", pues ya en su programa de gobierno el presidente Piñera anunciaba la privatización de La Nación por lo que ya en ese entonces tenía a muchos periodistas mordiendose las uñas en espera de terribles cambios en la libertad de los medios de comunicación y en tantos otros aspectos sociales que habrían de afectar a la población.

Creo que no es una gran pérdida el que un gobierno no tenga su diario oficial, especialmente este, que tiene a la mayoria de los medios de comunicación a sus pies. No lo había pensado hasta ahora que me encuentro con las sabías palabras de Abraham Santibañez, ¿por qué el Estado debería tener un medio de comunicación? Si estamos en democracia, en favor de la libertad de pensamiento, de opinión y de información no necesitamos este tipo de influencia directa. En fin, de todos modos tendremos información limitada, determinada por los grandes conglomerados que alabarán o bajarán el perfil de los acontecimientos según les convenga.

martes, 6 de abril de 2010

Personalidad Multimedia

En su libro Tienes 5 segundos, Juan Carlos Camus hace referencia a nosotros, los consumidores del ciberespacio como personajes particularmente impacientes. Creo que comparto su idea. A mi ver, nos hemos convertido en hiperquinéticos demandantes. como usuarios de la web no solo esperamos consumir con rapidez la oferta del medio, buscamos tambien una participación activa en el uso de estos. He aquí que, como dice Camus, es fundamental la capacidad de interactividad que podemos disfrutar en nuestra relación con los espacios digitales.

Al recurrir a internet por motivos laborales o académicos, necesitamos de una plataforma rápida y confiable que nos permita realizar nuestra tarea sin contratiempos y directamente enfocados hacia una información determinada. Presisamente este servicio nos otorga estas facilidades.

Como dice Juan Carlos, generalmente los consumidores nos conectamos a la red y nos dirigimos puntualmente a la página que sabemos adecuada, o bien, recurrimos a los innegablemente útiles buscadores. navegamos a nuestro antojo por la amplitud de información que nos ofrece la web. nos regodeamos. Somos libres de elegir. Protagonizamos directamente nuestra búsqueda de datos. Es que la preferencia de uno no es en ningún modo igual a la del resto de los usuarios -Camus así lo cree-. Cada uno sigue el camino que le parece conveniente seguir.

Sumemos otro beneficio. Podemos tener voz a través del ciberespacio. Subimos a la web archivos de todos los tipos: música, imágenes, videos, información académica y hasta damos a conocer nuestras opiniones personales en las variadas y actualmente tan masivas redes sociales. Acertado es entonces el autor al decir que le añadimos un rasgo personal al uso de este medio. En cierta manera, nosotros llevamos las riendas. Los consumidores somos amos y señores de la web.