miércoles, 14 de abril de 2010

Conectado o desconectado ¿cuál es tu opción?

Hace unos días tuve una breve discución con algunas compañeras de universidad en la que cuestionámos cuán bondadosas son realmente las redes sociales y que tan amplio es el espectro de la población que tiene acceso fluído a estos emergentes medios de comunicación. De pronto llegamos a un punto bastante importante y que, según lo que he percibido, no es lo sufucienemente considerado al hablar de la próspera y veloz masificación de estos: hay quienes tienen a mano toda oportunidad de utilizar estas plataformas, pero simplemente no les interesa hacerlo .

Más de alguno de mis conocidos no tiene facebook o lo ocupa una vez a las mil quinientas, incluso hay quienes no se enteran de avisos importantes porque ni siquiera recuerdan revisar su e-mail. Ahora, si hablo de twitter debo decir que aún hay gente que me pregunta ¿para que sirve esa cosa?. Es que muchos conocieron de la existencia de este medio durante el terremoto y hasta hoy ni siquiera han pensado en abrir una cuenta. Así como hay seres excluidos de esta revolución de la información, como nos hace recordar José Saramago en ¿Para que es la comunicación?, tambien hay quienes no quieren adherirse a ella.

Hay quienes verdaderamente no serán presa de ninguna "impaciencia febril", como intentó decir Saramago, pensando en nosotros como consumidores insaciables y dependientes de la oferta de los medios. Y aún cuando gocemos de las herramientas que nos entregan los medios on-line, sin olvidar los tradicionales (radio, televisión, prensa escrita, etc) o llamados tambien of-line, no por eso es presiso que se produzca una dependencia; aunque no faltan los ociosos y/o obsesivos compulsivos e incluso personas en las que se advierte un problema psicológico puesto que no pueden pasar mucho tiempo sin televisión, msn, facebook o twitter.

El uso de las plataformas virtuales, claramente ha modificado sobremanera el modo en que nos comunicamos con los otros, pero no se puede generalizar considerando sus beneficios ni sosteniendo una concepción maligna de estos nuevos medios que sin duda nos han facilitado la vida. Aunque hayan quienes se enclaustran en sus cuartos abstraidos frente a la pantalla de su computador, habemos otros -muchos otros- que conjugamos la interacción cibernética con la comunicación cara a cara y que, sin duda, continuamos prefiriendo la segunda y tradicional opción de relacionarnos con nuestros semejantes.

martes, 13 de abril de 2010

Sobre una privatización anunciada

Asumo que, si ocurriera, no me percataría de la desaparición del diario La Nación. Creo que como futura periodista debería tener conocimiento de los temas y enfoques que los distintos medios de comunicación dan a las noticias pero, aún así ,no me interesa leerlo. Recuerdo cuando en alguno de mis ramos universitarios me obligaron a utilizar esta fuente informativa y me molestó la vulgaridad de algunas de las notas y comentarios publicados. Aquel estilo cuasiamarillista, entre La cuarta y Las últimas noticias me parece completamente diferente al perfil de nuestro nuevo gobierno que, aún "modernizado" según dicen sus adherentes, no deja de ser un tanto conservador.

Hoy se habla de la posible privatización de este medio de comunicación que por veinte años fue la voz de nuestros gobiernos concertacionistas. Sebastián Piñera no ha dado la información presisa de lo que pretende hacer con La Nación. Obviamente, a mi juicio, no sería coherente que el diario siga siendo lo que ha sido hasta ahora habiendo cambiado el orden gubernamental. Ya desde la segunda vuelta el periodista del medio en cuestión, José Morgado vaticinó en un articulo las dificultades que se veían venir.

A un mes del cambio de mando la vocera de gobierno, Ena Von Baer, no dio una clara respuesta al ser consultada por el tema. Creo que es un hecho, pues nuestro presidente pretende privatizar algunas empresas públicas para contribuir económicamente a la reconstrucción del país. Claro está que seguirá siendo sólo un supuesto hasta que Piñera nos de la noticia de manera oficial.

Es algo así como la "Crónica de una muerte anunciada", pues ya en su programa de gobierno el presidente Piñera anunciaba la privatización de La Nación por lo que ya en ese entonces tenía a muchos periodistas mordiendose las uñas en espera de terribles cambios en la libertad de los medios de comunicación y en tantos otros aspectos sociales que habrían de afectar a la población.

Creo que no es una gran pérdida el que un gobierno no tenga su diario oficial, especialmente este, que tiene a la mayoria de los medios de comunicación a sus pies. No lo había pensado hasta ahora que me encuentro con las sabías palabras de Abraham Santibañez, ¿por qué el Estado debería tener un medio de comunicación? Si estamos en democracia, en favor de la libertad de pensamiento, de opinión y de información no necesitamos este tipo de influencia directa. En fin, de todos modos tendremos información limitada, determinada por los grandes conglomerados que alabarán o bajarán el perfil de los acontecimientos según les convenga.

martes, 6 de abril de 2010

Personalidad Multimedia

En su libro Tienes 5 segundos, Juan Carlos Camus hace referencia a nosotros, los consumidores del ciberespacio como personajes particularmente impacientes. Creo que comparto su idea. A mi ver, nos hemos convertido en hiperquinéticos demandantes. como usuarios de la web no solo esperamos consumir con rapidez la oferta del medio, buscamos tambien una participación activa en el uso de estos. He aquí que, como dice Camus, es fundamental la capacidad de interactividad que podemos disfrutar en nuestra relación con los espacios digitales.

Al recurrir a internet por motivos laborales o académicos, necesitamos de una plataforma rápida y confiable que nos permita realizar nuestra tarea sin contratiempos y directamente enfocados hacia una información determinada. Presisamente este servicio nos otorga estas facilidades.

Como dice Juan Carlos, generalmente los consumidores nos conectamos a la red y nos dirigimos puntualmente a la página que sabemos adecuada, o bien, recurrimos a los innegablemente útiles buscadores. navegamos a nuestro antojo por la amplitud de información que nos ofrece la web. nos regodeamos. Somos libres de elegir. Protagonizamos directamente nuestra búsqueda de datos. Es que la preferencia de uno no es en ningún modo igual a la del resto de los usuarios -Camus así lo cree-. Cada uno sigue el camino que le parece conveniente seguir.

Sumemos otro beneficio. Podemos tener voz a través del ciberespacio. Subimos a la web archivos de todos los tipos: música, imágenes, videos, información académica y hasta damos a conocer nuestras opiniones personales en las variadas y actualmente tan masivas redes sociales. Acertado es entonces el autor al decir que le añadimos un rasgo personal al uso de este medio. En cierta manera, nosotros llevamos las riendas. Los consumidores somos amos y señores de la web.