Más de alguno de mis conocidos no tiene facebook o lo ocupa una vez a las mil quinientas, incluso hay quienes no se enteran de avisos importantes porque ni siquiera recuerdan revisar su e-mail. Ahora, si hablo de twitter debo decir que aún hay gente que me pregunta ¿para que sirve esa cosa?. Es que muchos conocieron de la existencia de este medio durante el terremoto y hasta hoy ni siquiera han pensado en abrir una cuenta. Así como hay seres excluidos de esta revolución de la información, como nos hace recordar José Saramago en ¿Para que es la comunicación?, tambien hay quienes no quieren adherirse a ella.
Hay quienes verdaderamente no serán presa de ninguna "impaciencia febril", como intentó decir Saramago, pensando en nosotros como consumidores insaciables y dependientes de la oferta de los medios. Y aún cuando gocemos de las herramientas que nos entregan los medios on-line, sin olvidar los tradicionales (radio, televisión, prensa escrita, etc) o llamados tambien of-line, no por eso es presiso que se produzca una dependencia; aunque no faltan los ociosos y/o obsesivos compulsivos e incluso personas en las que se advierte un problema psicológico puesto que no pueden pasar mucho tiempo sin televisión, msn, facebook o twitter.
El uso de las plataformas virtuales, claramente ha modificado sobremanera el modo en que nos comunicamos con los otros, pero no se puede generalizar considerando sus beneficios ni sosteniendo una concepción maligna de estos nuevos medios que sin duda nos han facilitado la vida. Aunque hayan quienes se enclaustran en sus cuartos abstraidos frente a la pantalla de su computador, habemos otros -muchos otros- que conjugamos la interacción cibernética con la comunicación cara a cara y que, sin duda, continuamos prefiriendo la segunda y tradicional opción de relacionarnos con nuestros semejantes.
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