martes, 25 de mayo de 2010

Sobre el poco conocido término "arquitectura de la información"

Hace unos meses oí por primera vez en mi vida el término arquitectura de la información, pasando a ser una de esas cosas cuyo significado no comprendía por más esfuerzo que hiciera. Claro, si no ubiera sido por mi carrera y los ramos que allí se imparten dificilmente habría escuchado hablar alguna vez sobre ellos. Pero como futura periodista he de hacerme parte del uso de las nuevas tecnologías, y comprender la arquitectura de la información es un paso.

Como un usuario común navegaba por la web pensando únicamente en lo que quería encontrar, sin siquiera preguntarme cual habría sido el trabajo previo para que aquella página pudiera estar luego a mi disposición. He aquí la labor de un arquitecto de la información. Pero ¿qué es ser arquitecto de la información?¿qué es arquitectura de la información? Estas son las mismas preguntas que se hacen las familias e incluso los jefes de estos incomprendidos trabajadores que actualmente intentan posicionar su quehacer y dar cuenta lo necesario de sus servicios.

Según Richard Saul Wurman, la arquitectura de la informacion se ocupa de la compleja tarea de organizar la enorme cantidad de datos de nuestro civilizado mundo. Grande es su relevancia entonces ante la avalancha de información que encontramos en la web, y que gracias a estos particulares arquitectos logramos encontrar de manera ordenada, facilitando la vida de nosotros los usuarios. Por eso, diseñar buenos sitios web es la consigna.

Por eso, cuando ingresamos a la gran y diversa biblioteca que es la web y logramos interactuar con ella con toda facilidad encontrando cuanta información necesitamos, hemos de agradecer a estos sujetos que han construido y organizado para nosotros un creativo sitio donde navegar. No hace mal entonces que un periodista se interese en pasar a conocer esta área que puede a él tambien facilitar su hábil manejo y exposición de información.

domingo, 2 de mayo de 2010

Adaptación mediática

Cuando leí sobre la suspicasia que ha causado históricamente en el periodismo el uso de las nuevas tecnologías me sentí absolutamente identificada. Según escribe Mark Briggs en Periodismo 2.0 mi profesión es una de las más lentas en rendirse a los cambios. En un tiempo en que cualquier persona puede acceder a un inmenso mar de datos a por medio de la web y a la vez puede tambien incorporar información y difundirla a traves de la misma, es innevitable tener siento cierto resquemor frente a las facilidades y libertades que tenemos hoy para hacer uso indiscriminado de la palabra a través de los sitios de internet.

Si pensamos en la saturación de datos en la red es preocupante observar que no existen filtros que garanticen que lo que alli encontramos es información certera y de calidad, y que las fuentes son verdaderamente confiables para el usuario. Basta con googlear para encontrar un sinnumero de dichos sin relevancia que no hacen más que distraernos o demorar nuestra búsqueda.

Más allá de poner en tela de juicio la validez de la información emitida, lo cierto es que todo humano es capaz de comunicar y que mejor que utilizar las herramientas tecnológicas para dar uso a nuestra voz. El usuario cuenta con la posibilidad de contribuir y de crear contenidos, con lo que ha cambiado el contexto en que el periodista se desenvuelve laboralmente. como dice Bigg, los receptores no son sujetos pasivos, sino que crean, comparten y comentan, lo que obliga a modificar las formas de hacer periodismo y adaptarlas hacia un modelo de interacción.

Aparecen la reportería multifuente y la distribuida, métodos de reporteo que resultan ser bastante efectivos a la hora de recopilar información sobre algún hecho noticioso. Esto me hace pensar en la modalidad informativa de radio Bio-Bio, medio de comunicación que golpea periodisticamente en tanto la comunidad se convierte en fiel colaboradora otorgando datos en cuanto a los sucesos que están ocurriendo frente a sus ojos. En esto radica la connotación que adquieren los medios de comunicación que deciden trabajar codo a codo con la ciudadanía estableciendo una relacion de retroalimentación que resulta ser bastante valiosa. No por nada incluso noticieros de televisión -en UCV y La Red- incluyen en sus espacios la opinión ciudadana. Pero la web es por excelencia la pionera en facilitar el uso de la palabra a la comunidad.

Más alla de abrir espacios de retroalimentación dentro de los medios de comunicación se ha potenciado la creación de plataformas, hablamos de la web 2.0 a la que hace alusión Briggs. De ahi que los usuarios pueden incluir sus propios contenidos en los medios de comunicación multimedia y pueden crear sus propios espacios en soportes como YouTube, Flickr, e incluso elaborar un blog y explayarse libremente en los temas que a cada cual le interesan y que, de seguro, a alguien más le han de interesar. Es tan simple como sentarse frente al computador y ponerse a escribir.

En cuanto a la facilidad y fluidez para comunicarnos, los periodistas deberíamos verdaderos expertos en el tema, más que mal nos beneficia en cuanto nos acerca a nuestra audiencia y nos nutre de sus experiencias y conocimientos. Los tiempos han cambiado comunicacionalmente hablando y como periodistas no podemos quedarnos atras.